10+ Hábitos que muchas mujeres elegantes adoptan después de los 40

 

Ya sabes lo beneficiosa que es: mantiene tus articulaciones funcionando correctamente, ayuda a transportar oxígeno por el cuerpo, mejora el aspecto de la piel, favorece la pérdida de peso y mucho, mucho más.

Recuerda protegerte del sol

En la lucha contra los signos del envejecimiento, tu mejor aliado es el protector solar. La radiación ultravioleta puede dañar seriamente la piel: acelera el envejecimiento, favorece la aparición de manchas y, con el tiempo, debilita las fibras de elastina, responsables de que tu piel se estire y recupere su forma. En la juventud estos efectos tal vez no se noten, pero, tarde o temprano, se hacen evidentes.

Por eso, es fundamental que protejas la piel de tu rostro y cuello (y también la de las manos, como ya mencionamos) de la exposición directa al sol. Y no te olvides de usar lentes de sol. Primero, porque tus ojos también necesitan protección; y segundo, porque si no los usas, estarás forzando la vista al sol, lo que acelera la aparición de arrugas de expresión.

Elige la ropa sabiamente

El principal consejo que suelen dar los estilistas es: “Vístete según la figura que tienes ahora”. No existen recomendaciones universales que funcionen para todas, porque cada mujer es única, y lo que le queda bien a una, no necesariamente favorece a otra. Lo importante es conocer tus proporciones y saber qué parte del cuerpo quieres resaltar y cuál no.

Los colores también son importantes. La belleza madura es distinta a la juvenil, y abusar de los tonos oscuros puede apagar tu apariencia. En cambio, los colores claros y vivos pueden darle más luz y vitalidad a tu imagen. De hecho, la cana natural puede ser un fondo neutro ideal para lucir prendas de colores brillantes. Así que no temas experimentar.