Todas las mañanas, mi padre de 67 años hacía una mueca de dolor al levantarse del desayuno. El familiar rechinamiento de las rodillas se había convertido en su indeseado despertador. Los médicos le dijeron que el cartílago estaba "desgastado" y que probablemente tardaría cinco años en reemplazarlo. Como millones de adultos mayores de 50 años, aceptó el dolor como la nueva normalidad, hasta que los alimentos sencillos del supermercado cambiaron silenciosamente su rumbo. Investigaciones más recientes demuestran que ciertos nutrientes pueden contribuir al bienestar articular, reducir la inflamación e incluso ayudar a mantener el cartílago restante. Sigue leyendo, porque la comida más sorprendente probablemente esté en tu cocina ahora mismo.
Por qué es importante el cartílago de la rodilla (y por qué no es inútil después de los 50)
Según la Fundación de Artritis, a los 55 años, más de dos tercios de los adultos presentan cierto adelgazamiento del cartílago en las imágenes.
Ese tejido liso y gomoso que amortigua las articulaciones no tiene irrigación sanguínea propia, por lo que su recuperación es lenta, o nula. ¿
El resultado? Rigidez al sentarse, dolor agudo al subir escaleras y la constante preocupación de que la rodilla se doble.
Pero esto es lo que animó a mi familia: estudios de 2022 a 2024 sugieren que ciertos alimentos antiinflamatorios y generadores de colágeno pueden retardar el deterioro y favorecer la salud de las articulaciones, a veces de forma notable en cuestión de semanas.
Los 12 alimentos respaldados por investigaciones que las personas mayores de 50 años están añadiendo a diario
1. Caldo de huesos casero (o caldo de calidad rico en colágeno)
El caldo de huesos auténtico, cocinado a fuego lento durante 12 a 24 horas, es naturalmente rico en colágeno tipo II y gelatina, dos compuestos que las articulaciones utilizan como elementos fundamentales.
Una revisión de 2023 en Nutrients reveló que el consumo regular de colágeno mejoraba la comodidad de las rodillas en adultos con osteoartritis leve.

2. Pescados grasos capturados en estado salvaje (salmón, sardinas, caballa)
Las grasas omega-3 (EPA y DHA) se encuentran entre los moduladores naturales de la inflamación más potentes.
Un ensayo aleatorizado de 2024 demostró que consumir 1 o 2 raciones de pescado graso por semana redujo la rigidez de rodilla en un 28 % en 12 semanas.