Advertencia: El error número 1 que estás cometiendo con el atún enlatado (¡Evita el mercurio!)

Advertencia: El error número 1 que estás cometiendo con el atún enlatado (¡Evita el mercurio!)

El atún enlatado es un alimento fantástico: es una fuente excelente de proteínas, económico y muy versátil en la cocina. Sin embargo, existe un error muy común que puede estar impidiendo que aproveches sus beneficios de forma segura. No se trata de enjuagarlo o no, sino de algo mucho más importante: elegir siempre el mismo tipo de atún.

El Error: No Variar el Tipo de Atún que Compras

La mayoría de las personas encuentra una marca o un tipo de atún que le gusta (por ejemplo, el atún "blanco" o "claro" en aceite o agua) y lo compra una y otra vez sin pensar en las consecuencias. Este es el error número uno, y la razón tiene un nombre: Mercurio.

¿Por qué el Atún tiene Mercurio?

El mercurio es un metal pesado que se encuentra de forma natural en el medio ambiente, pero la contaminación industrial ha aumentado sus niveles en los océanos. Los peces lo absorben, y debido a un proceso llamado bioacumulación, los peces grandes y depredadores que viven muchos años (como el atún, el pez espada o el tiburón) acaban con concentraciones más altas de este metal en su carne.

El problema con el mercurio es que, consumido en exceso, puede actuar como una neurotoxina, afectando al sistema nervioso. Es especialmente peligroso para mujeres embarazadas, en período de lactancia y para los niños pequeños.

La Solución Sencilla: La Estrategia de la Rotación

No tienes que dejar de comer atún. La clave está en ser un consumidor inteligente y variar el tipo de atún que compras.