Vinagre blanco: desinfecta y aporta brillo
Bicarbonato de sodio: elimina manchas y neutraliza olores.
Alcohol: desinfecta y acelera el secado.
Sal: aumenta la eficacia de la limpieza.
Suavizante de telas: agrega un aroma suave y ayuda a mantener alejado el polvo.
Cómo utilizar este limpiador casero:

1. Vierta aproximadamente 2 litros de agua tibia en un balde.
2. Disuelva la sal y el bicarbonato de sodio en el agua.
3. Agregue el vinagre (o jugo de limón), el alcohol y el jabón para platos.
4. Termine con el suavizante y revuelva suavemente.
5. Trapee sus pisos con la solución (no es necesario enjuagar).
6. Deje secar al aire para obtener mejores resultados.
Consejo para pisos de madera: use una cantidad menor de bicarbonato de sodio y utilice vinagre blanco en lugar de jugo de limón para evitar dañar el acabado.
Superficies apropiadas para este limpiador:
✅ Azulejos de cerámica
✅ Porcelana
✅ Vinilo
✅ Madera dura sellada
✅ Azulejos esmaltados