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Lava bien la hoja de sábila.
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Corta los bordes espinosos y retira la piel verde con cuidado.
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Extrae únicamente el gel transparente, evitando el líquido amarillo (aloína), que es irritante.
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Enjuaga el gel varias veces para eliminar el sabor amargo.
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Colócalo en la licuadora junto con el agua y la miel.
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Licúa por unos segundos hasta integrar.
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Cuela si deseas una textura más limpia.
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Refrigera y consume frío para mayor frescura.
Contraindicaciones y precauciones
Aunque el agua de sábila con miel es natural, no es adecuada para todas las personas. Se recomienda:
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Evitar el consumo del látex amarillo de la sábila, ya que puede causar malestar intestinal.
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Consultar a un profesional de la salud si estás embarazada, en periodo de lactancia o tomas medicamentos.
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No consumir en exceso: idealmente 1 vaso al día y por periodos cortos.
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Para personas con diabetes, la miel puede afectar los niveles de glucosa, por lo que debe usarse con precaución.
Conclusión
El agua de sábila con miel es una bebida tradicional, refrescante y fácil de preparar, que muchas personas utilizan para apoyar su bienestar digestivo e hidratación. Si se usa correctamente y con moderación, puede ser una excelente opción natural para complementar un estilo de vida saludable. Eso sí, siempre es recomendable asegurarse de retirar la aloína y consultar a un profesional si existen condiciones médicas previas.