Un procedimiento que va más allá de las manos
Este gesto es solo una parte de un protocolo de seguridad mucho más amplio que los auxiliares siguen al pie de la letra durante el despegue y el aterrizaje. Si los observas con atención, notarás que también:
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Ajustan su asiento en una posición y altura específicas para tener un punto de apoyo óptimo.
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Mantienen los pies firmemente apoyados en el suelo, a veces ligeramente separados, para ganar estabilidad.
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Repiten en voz baja los comandos de emergencia que corresponden a su posición en la cabina (por ejemplo, qué puerta deben abrir y en qué condiciones). Esto se conoce como "silent review" o repaso silencioso.
La conclusión: Seguridad ante todo
Lo que puede parecer un simple hábito o una postura incómoda es, en realidad, una muestra del alto grado de profesionalismo y preparación de la tripulación de cabina. Cada movimiento, por pequeño que sea, está pensado y entrenado para garantizar que, en el peor de los escenarios, puedan cumplir su misión más importante: velar por la seguridad de todos los pasajeros a bordo.
La próxima vez que lo veas, no verás a un auxiliar "incómodo", sino a un profesional listo para actuar con las manos libres de lesiones y la mente enfocada en protegerte.