Aquí te explicamos por qué siempre debes dejar un vaso boca abajo y un trozo de papel en el fregadero antes de irte de vacaciones.

Frota el desagüe con medio limón para neutralizar los olores y añadir una fragancia natural.

Seque bien el fregadero.

Coloca una hoja de papel absorbente sobre el agujero.

Coloca un vaso de vidrio (o de plástico grueso) boca abajo sobre él, de manera que cubra completamente la entrada del fregadero.

¡Listo! En tan solo unos minutos, has protegido tu cocina de los inconvenientes de la ausencia.

¿Por qué no simplemente tapar el fregadero?

Mucha gente pregunta: «¿Por qué no usar un tapón normal?».
En realidad, los tapones de fregadero no siempre son completamente herméticos. También pueden resecarse o moverse ligeramente cuando no estás en casa, sobre todo si el fregadero está un poco inclinado o si hay fluctuaciones de temperatura.

El vidrio colocado boca abajo sobre una lámina permite un cierre pasivo y sin presión, lo que limita los intercambios de aire y protege mecánicamente contra intrusiones.

¿Y si tienes dos lavabos?

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