Diagnóstico y tratamiento
La historia clínica y la exploración física del paciente son los principales factores para diagnosticar la urticaria. El médico intentará determinar la duración de los brotes y las posibles causas.
Los principales objetivos del tratamiento son reducir los síntomas y, si es posible, evitar los desencadenantes:
Antihistamínicos: La piedra angular del tratamiento son los antihistamínicos. Estos reducen el picor y la formación de urticaria al bloquear la actividad de la histamina. También se utilizan antihistamínicos con y sin receta.
Corticosteroides: Para aliviar la inflamación en situaciones más graves o crónicas, se pueden administrar corticosteroides orales durante un breve período de tiempo.
Evite los desencadenantes: el paso más importante es mantenerse alejado de un desencadenante particular, como un alimento o un medicamento, si se ha descubierto alguno.