Traumatismo craneoencefálico: una caída o un golpe pueden desplazar los cristales.
Envejecimiento: con la edad, estas estructuras se vuelven más frágiles.
Ciertas infecciones otorrinolaringológicas: pueden alterar el sistema del equilibrio.
Medicamentos: algunos fármacos influyen en el metabolismo del calcio.
Deficiencia de calcio o vitamina D: ¡nuestra dieta también juega un papel fundamental!
La sorprendente relación entre la vitamina D, el calcio y el vértigo.
Existe una relación directa entre la vitamina D, el calcio y el equilibrio. Cuando el oído interno contiene demasiado calcio o no puede eliminarlo correctamente, los cristales se disuelven con mayor lentitud. Algunos estudios incluso han demostrado que las personas con osteoporosis —y, por lo tanto, con un desequilibrio de calcio— son más propensas al vértigo.
¿La solución? Asegurar una ingesta adecuada de vitamina D, que ayuda al cuerpo a absorber y utilizar el calcio correctamente. Una deficiencia puede empeorar los síntomas. Algunos profesionales de la salud recomiendan una ingesta de 10 000 a 20 000 UI de vitamina D en casos crónicos, siempre bajo supervisión médica.
Aliados ideales para combinar con la vitamina D:
Para una mayor eficacia, la vitamina D se beneficia de combinarse con:
Vitamina K2: dirige el calcio hacia los huesos y evita su acumulación en los tejidos blandos.
Magnesio: potencia la acción de la vitamina D y limita el exceso de calcio.
Estos tres elementos forman un trío esencial para mantener el equilibrio del organismo.
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