Dolor de cuello
Al igual que el dolor de espalda, el cuello necesita un soporte adecuado durante el sueño. Dormir boca arriba con una almohada debajo de la cabeza y otra debajo de cada brazo suele ser la mejor solución. Las personas con problemas de cuello deben elegir sus almohadas con cuidado, prefiriendo las ortopédicas o enrolladas.
Si prefieres dormir de lado, asegúrate de que la almohada no sea demasiado alta. No debe tener más de 15 centímetros de grosor. Idealmente, la altura de la almohada debe ser igual al ancho de uno de tus hombros para mantener el cuello en la posición correcta.
Si duerme boca abajo, use la almohada más delgada posible. Sin embargo, es mejor evitar esta posición, ya que le obliga a mantener la cabeza ladeada durante toda la noche, lo que puede causar tensión en el cuello.
Dificultad para conciliar el sueño
Apagar las pantallas antes de acostarse puede ser difícil, pero es esencial si tienes problemas para conciliar el sueño. La luz que emiten las pantallas altera nuestros ciclos de sueño-vigilia. Evita la cafeína (café, bebidas energéticas, refrescos, té negro o chocolate) al menos seis horas antes de acostarte. Hacer ejercicio por la mañana o por la tarde también ayuda a fortalecer todo el cuerpo, mejorar la circulación sanguínea y a conciliar el sueño más rápido.
Despertarse frecuentemente por la noche
Si se despierta con frecuencia durante la noche, se recomienda no solo evitar el uso de dispositivos electrónicos antes de acostarse, sino también evitar el consumo de alcohol. El alcohol altera el equilibrio hídrico del cuerpo y afecta los patrones de sueño. Además, revise la temperatura de su habitación, que debe estar entre 20 °C y 22 °C.
Dificultad para despertarse
Todo el mundo parece sufrir este problema, pero la solución es sorprendentemente sencilla. Programa tu alarma a la misma hora todos los días, incluidos los fines de semana. Si quieres despertarte temprano, también necesitas acostarte temprano.
Ronquido