¿Y en las noches más difíciles?
Envuélvete en esta verdad:
Esto no es para siempre.
Dawn es paciente.
Y yo también.
Una bendición de cierre para tus noches
Que tu habitación te sostenga como una cuna.
Que tu respiración se calme como un río al anochecer.
Que confíes en la oscuridad lo suficiente como para descansar en ella.
Porque en el espacio entre la vigilia y el sueño,
no estás solo.
Estás justo donde necesitas estar:
aprendiendo, poco a poco,
a ser amable con quien cuida de tu descanso.
—Con
profundo respeto por tu viaje a través de la noche.