Cada mañana abres tus huevos cocidos, disfrutas de un desayuno saludable y, sin más, tiras esas cáscaras en perfecto estado a la basura. Mientras tanto, tus tomates se parten, las hojas de tus pimientos se enroscan y gastas entre 20 y 40 dólares cada temporada en cal de jardín que cumple exactamente la misma función que esas cáscaras, ¡gratis! Parece un desperdicio y caro una vez que sabes la verdad, ¿verdad? ¿Y si el aporte de calcio más potente que tus plantas han recibido hubiera estado en el cubo de la basura de tu cocina todo este tiempo? Sigue leyendo... porque este sencillo truco de 10 minutos que miles de jardineros usan ahora está a punto de cambiarlo todo.

¿Por qué las plantas se vuelven locas por las cáscaras de huevo? (La ciencia lo dice)
Las cáscaras de huevo contienen entre un 95 % y un 97 % de carbonato de calcio, el mismo compuesto que se vende como cal agrícola de alto coste.
Una cáscara de huevo grande contiene aproximadamente 800 mg de calcio disponible para las plantas. Con solo 12 cáscaras, ya tendrás casi 10 gramos, suficiente para tratar todo un bancal elevado.
Una investigación de la Universidad de Cornell y la Royal Horticultural Society confirma que el calcio de las cáscaras de huevo trituradas es tan eficaz como la cal comercial para elevar el pH del suelo y prevenir la pudrición apical de los tomates, pimientos y calabazas.
Pero aquí está el truco: las cáscaras de huevo crudas pueden tardar de uno a tres años en descomponerse en la tierra. Por eso, los jardineros inteligentes las hierven primero, y la diferencia es abismal.