¡Detén el auto! ¡Tu esposa saboteó los frenos! —La impactante advertencia de un niño sin hogar que salvó la vida de un millonario…

El chico abrió mucho los ojos. "¿Me acogerías?"

—Sí —dijo Richard con firmeza—. Me salvaste la vida. No lo olvidaré.

Esa noche, Richard interpretó el papel del marido desprevenido, saludando a Clara con una sonrisa y fingiendo que no pasaba nada. Pero en su interior, su determinación se endureció. Contrató en secreto a un investigador privado para que vigilara las llamadas y los movimientos de Clara. En una semana, la verdad salió a la luz: Clara tenía una aventura con el rival de Richard, y juntos planearon matarlo y apoderarse de su fortuna.

Armado con pruebas irrefutables, Richard descubrió la traición. Clara fue arrestada, y su mundo cuidadosamente pulido se derrumbó en un instante.

¿Y Ethan? ¿Un hombre sin hogar que lo arriesgó todo? Richard lo adoptó y le dio no solo refugio, sino también una familia. Por primera vez en años, Ethan no tuvo que dormir en el frío suelo de cemento ni mendigar comida a desconocidos.

A veces, Richard miraba a Ethan desde el otro lado de la mesa del comedor y pensaba: «Este chico no solo me salvó la vida. Me dio una nueva».