Ingredientes
- 1 puñado grande de hojas frescas de artemisa (o ½ taza de artemisa seca si no hay hojas frescas disponibles)
- 3–4 cucharadas de sal marina gruesa o sal del Himalaya (la sal fina de mesa no retiene el calor tan bien)
- Paño de algodón limpio o toalla fina
- Envoltura de plástico (opcional, para retener el calor)
Instrucciones
- Lave suavemente las hojas de artemisa y séquelas.
- Calienta una sartén seca a fuego medio. Agrega la sal gruesa y revuelve durante 2-3 minutos hasta que esté bien caliente (sin que hierva).
- Añade las hojas de artemisa a la sal caliente. Remueve rápidamente durante 1 o 2 minutos hasta que percibas un agradable aroma herbal y las hojas se marchiten ligeramente.
- Apaga el fuego. Vierte con cuidado la mezcla caliente sobre el centro del paño de algodón.
- Dobla la tela formando un paquete plano (como un burrito) para que no se escape la sal.
- Pruebe la temperatura en el interior de su muñeca: si la siente agradablemente caliente (no dolorosa), está lista.
- Coloque el paquete directamente sobre la zona dolorida (rodilla, espalda baja, hombro, etc.).
- Envuélvalo en film plástico u otra toalla para conservar el calor durante más tiempo.
- Descanse durante 20 a 30 minutos mientras el calor hace su magia.
- Retirar, limpiar suavemente la piel e hidratar si es necesario.
Repita una vez al día (preferiblemente por la noche) durante 7 a 10 días para ver resultados notables.

Consejos profesionales para obtener un alivio aún más rápido
- Úselo siempre tibio, nunca hirviendo, para proteger su piel.
- Haga una prueba de parche en su antebrazo la primera vez en caso de una sensibilidad poco frecuente.
- Combine la compresa con estiramientos suaves o una caminata corta después para estimular la circulación.
- Bebe mucha agua: la terapia de calor extrae las toxinas y te permitirá eliminarlas más rápido.
- En caso de artritis crónica, aplicar la compresa con un ligero masaje utilizando un aceite natural (coco o sésamo).
Resultados reales que la gente está viendo