Mientras que los candados tradicionales se basan en este punto de drenaje y lubricación integrado, los candados resistentes a la intemperie ofrecen otro enfoque. Estas versiones están completamente selladas para evitar la entrada de agua, lo que las hace ideales para climas extremos o exposición constante al aire libre. Aun así, el diseño clásico con orificio inferior sigue siendo ampliamente utilizado porque es económico, fiable y fácil de mantener. Para muchas personas, esa pequeña abertura es lo que mantiene su candado funcionando año tras año
Los candados no son los únicos artículos cotidianos con características ocultas o poco comunes que, sin hacer mucho ruido, simplifican la vida. Los destornilladores se pueden insertar en llaves inglesas para acceder a espacios reducidos, las muestras de ropa permiten probar los detergentes antes de lavarlos, los pomos de latón de las puertas son naturalmente resistentes a las bacterias, e incluso el indicador de gasolina del coche tiene una pequeña flecha que indica de qué lado está el depósito. Desde las etiquetas de kétchup que marcan el punto perfecto para abrir el grifo hasta los pequeños agujeros para candados que mantienen tus pertenencias seguras, estos diseños ingeniosos nos recuerdan que los objetos más sencillos suelen esconder los secretos más ingeniosos.