Los nutrientes que protegen el corazón y que probablemente no esperabas
Una raíz de taro mediana (unos 100 g cocida) aporta aproximadamente entre 600 y 700 mg de potasio, más que un plátano mediano.
El potasio ayuda a equilibrar el sodio, relaja las paredes de los vasos sanguíneos y favorece una presión arterial saludable.
Además, la fibra soluble se une al colesterol LDL en el tracto digestivo, lo que permite su eliminación en lugar de su absorción. Si se
le añaden antioxidantes naturales como la quercetina y la criptoxantina, se obtiene un tubérculo que protege silenciosamente la salud cardiovascular sin necesidad de pastillas ni pociones.

Taro vs. alimentos ricos en almidón: comparación rápida
| Comida (100 g cocida) | Índice glucémico | Almidón resistente (g) | Potasio (mg) | Fibra (g) |
|---|---|---|---|---|
| Papa blanca | 85+ | <1 | 379 | 2.4 |
| Arroz blanco | 70–89 | <1 | 35 | 0.6 |
| Batata | 63 | 2–4 | 337 | 3.8 |
| Raíz de taro | 50–60 | 5–9 | 650+ | 5.1 |
(Datos promediados del USDA y estudios publicados)
Cómo preparar taro correctamente (La seguridad es lo primero)
Nunca consuma taro crudo, ya que contiene cristales de oxalato de calcio que irritan la boca y la garganta.
Pélelo siempre y cocínelo bien (hervido, al vapor, horneado o en olla a presión) y estará 100 % seguro.