Silla 4: El Explorador Diario
Si te atrae la cuarta silla, eres un aventurero de corazón, incluso en las pequeñas decisiones cotidianas. Inquisitivo y adaptable, ves el cambio como una oportunidad. ¿Rutinas estrictas? No te gustan. Disfrutas de los caminos secundarios, los encuentros inesperados y las personalidades inusuales. El trabajo duro no te intimida, especialmente cuando te trae crecimiento y descubrimiento. Cada día se siente como una página en blanco esperando a que la escribas.
Si tu instinto eligió la quinta silla, probablemente seas una persona profundamente sensible. Lejos de ser un defecto, tu intensidad emocional es un don poderoso. Sientes profundamente, lo que te hace genuino e invaluable para quienes amas. Amable, cariñoso, perspicaz… percibes lo que no se dice y brindas consuelo. Sin embargo, ahora es importante cuidarte, cuidando tu equilibrio interior con compasión.
Silla 6: La facilidad de una vida serena
Por último, si la sexta silla te pareció la más atractiva, probablemente seas tranquilo y centrado, atraído por la simplicidad. No anhelas aventuras salvajes para ser feliz: una rutina estable, vínculos genuinos y objetivos prácticos te brindan satisfacción. Eres confiable, modesto y ferozmente leal. Un refugio seguro para las personas afortunadas que te conocen.
A veces, algo tan pequeño como elegir una silla puede revelar facetas olvidadas de nosotros mismos, recordándonos quiénes somos realmente.