Esto es lo que necesitas saber sobre las fechas de caducidad de los alimentos.

Varios factores pueden influir en cuánto tiempo los alimentos se mantienen frescos y seguros para el consumo, entre ellos:

  1. Condiciones de almacenamiento.
    Un almacenamiento adecuado es esencial para prolongar la vida útil de los alimentos. Por ejemplo, los productos perecederos como la carne y los productos lácteos siempre deben refrigerarse a la temperatura adecuada. Muchos productos secos, como los cereales, la pasta y las conservas, deben almacenarse en un lugar fresco y seco. Cuanto más tiempo se almacenen los alimentos de forma incorrecta, especialmente a altas temperaturas, mayor será la probabilidad de que se estropeen prematuramente.
  2. Envasado.
    El envasado al vacío, por ejemplo, puede prolongar significativamente la vida útil de un producto al reducir la exposición al aire y a las bacterias. Del mismo modo, los alimentos almacenados en recipientes herméticos tienden a durar más que los alimentos expuestos a la humedad o al aire
  3. Tipo de alimento
    Algunos alimentos duran más que otros. Por ejemplo, la pasta seca a menudo puede seguir siendo comestible durante años después de su fecha de caducidad si se almacena correctamente, mientras que las frutas y verduras frescas tienen una vida útil mucho más corta y requieren un consumo inmediato.
  4. Conservantes
    Los alimentos que contienen conservantes suelen tener una vida útil más larga, ya que estos productos químicos inhiben el crecimiento de bacterias, moho y levaduras que provocan su deterioro. Sin embargo, es posible que estos alimentos no tengan un sabor tan fresco como sus contrapartes sin conservantes.

Cuándo tirar la comida

Aunque muchos productos duran más allá de su fecha de caducidad, hay algunas señales claras de que es hora de tirar algo. Estas incluyen:

  • Moho : El moho visible es una señal obvia de que el alimento ya no es seguro para el consumo.
  • Olor desagradable : Un olor agrio o rancio es una señal de alerta, especialmente con los lácteos, las carnes y los aceites.
  • Cambios en la textura : Si el alimento se vuelve viscoso o blando de una manera inusual para el producto, es mejor desecharlo
  • Coloración extraña : La decoloración en alimentos como carnes o frutas y verduras puede indicar que se están echando a perder.
  • Envase con fugas o dañado : Si el envase de un producto está dañado, podrían haber entrado bacterias, lo que lo hace inseguro para el consumo.

Cómo prolongar la vida útil de sus alimentos

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