Justo antes de la operación, el niño besó a su perro. Pero, de repente, el animal saltó de la cama y se abalanzó sobre uno de los médicos: el motivo de este sorprendente gesto dejó a todos helados.

Creían ofrecerle un último momento de ternura a un niño enfermo. Pero lo que no sabían era que este gesto aparentemente insignificante lo cambiaría todo. Una historia real, conmovedora y llena de giros inesperados, que demuestra que nuestros compañeros de cuatro patas a veces poseen una intuición asombrosa...

Un niño, un perro y un último deseo.

En una habitación de hospital con poca luz, un niño de cinco años yace debilitado por la enfermedad. Los médicos son inequívocos: la operación programada para más adelante es su única oportunidad. A su alrededor, el personal médico trabaja con cuidado, pero el ambiente sigue siendo deprimente.

Cuando estaban a punto de llevarlo a quirófano, el niño susurró con voz temblorosa:
— ¿  Puede… Archie venir a verme?

Una enfermera, conmovida, le pregunta:
«¿  Quién es Archie, mi tesoro?»

—Mi  perro. Lo extraño mucho. Por favor…

Profundamente conmovido por esta sincera petición, el equipo médico toma una decisión inusual: romper las reglas.  Como excepción, Archie podrá ingresar al hospital.

Un reencuentro que conmueve a todo el equipo

Cuando los padres regresan con el perro, se desarrolla una escena conmovedora: Archie inmediatamente salta a la cama de su pequeño amo, lo cubre a lametones y se acurruca contra él.

El rostro del niño se ilumina. Por primera vez en semanas, sonríe. Los médicos y enfermeras, con lágrimas en los ojos, presencian este momento suspendido.

Pero justo cuando todo parece en paz, el comportamiento del perro  de repente se vuelve inusual .