Si has notado que, a pesar de tus mejores esfuerzos, tu barriga no desaparece, no estás sola. Esta historia es familiar para muchas: tu peso está dentro del rango normal, pero tu barriga parece tener vida propia. La parte inferior es especialmente molesta: una ligera "bolsa" por la mañana y, por la noche, pesadez e hinchazón. ¿La principal causa? Músculos profundos débiles y un torso prácticamente desconectado.
Les diré la verdad: este es un problema común. Decenas de personas asisten a mis clases y casi todas tienen el mismo problema: una activación insuficiente de los músculos centrales. Hacer ejercicios abdominales no es la solución. El verdadero reto es aprender a activar los músculos abdominales de adentro hacia afuera. Y les compartiré un ejercicio sencillo pero muy efectivo, probado personalmente y con mis alumnos.
En una ocasión, vi este ejercicio de Sergei Bubnovsky, cuyas opiniones sobre el trabajo con el cuerpo resuenan mucho en mí.
¿Qué aporta este ejercicio?
En primer lugar, ayuda a eliminar la llamada barriga prominente. Se trata de esa "bolsa" en la parte inferior que permanece incluso en personas delgadas, especialmente si se ha perdido peso pero no se activan los músculos del torso. Más allá del efecto externo, el ejercicio desencadena importantes procesos internos: el estómago se activa de nuevo, la respiración se activa y se desarrolla la conciencia del centro del cuerpo. Lo que antes funcionaba por inercia ahora comienza a activarse conscientemente.
¿Cual es el punto?
A este ejercicio lo llamo "contraer el aire al exhalar". No se trata de abdominales clásicos. Se trata de trabajar los músculos profundos. Se trata de esas capas internas que rara vez se usan en la vida diaria. Son las que crean una base estable, una silueta tonificada y una sensación de ligereza.