El médico quiso comprobar si lo que decía la mujer era cierto y al investigar las cebollas que ahí estaban, halló bajo un microscopio que en las cebollas estaba pegado el virus, estas lo habían absorbido completamente.
Se conoce del caso de una mujer que poseía un negocio, y que por precaución, al estar informada de la presencia de este poderoso virus, tomo como medida de prevención ubicar recipientes con cebollas cortadas en el medio. El resultado impresionó a todos al notar que ni la mujer ni ninguna de sus empleadas fueron víctimas de esta patología.
Si por el momento te negás a creer esto, no tiene valor el llevar a cabo la prueba, hay varios casos que demuestran que esto es verdad, casos en los que una fácil cebolla ha salvado vidas dado que ha servido como un poderoso atrayente natural de las bacterias.
Por esto se sugiere el no usar restos de cebolla que ya cortadas quedaron expuestas al ámbito del lugar de vida dado que estás al absorber bacterias que anden en el aire, tienen la posibilidad de provocar al ser usadas inconvenientes estomacales.
Queda en nosotros el llevar a cabo la prueba, siempre dicen que la naturaleza es inteligente, quizás en algo tan reducido como una cebolla se encuentre la salvación para nuestra familia.
