¿Por qué los hombres engañan pero siguen casados? La psicología oculta tras la infidelidad
Es una pregunta que frustra a innumerables parejas y fascina a los expertos en relaciones: ¿por qué tantos hombres buscan aventuras pero siguen casados con sus esposas?
A primera vista, puede parecer contradictorio: ¿por qué arriesgarse a una traición si no se tiene la intención de irse? Pero nuevos análisis sugieren que las razones son múltiples y están vinculadas a la psicología, la comodidad y el miedo humano a la pérdida.
El matrimonio nunca es fácil, y en Estados Unidos, casi la mitad termina en divorcio. Sin embargo, a pesar de las altas tasas de separación, los estudios revelan una paradoja: alrededor del 57 % de los hombres admite haber sido infiel al menos una vez, y casi tres cuartas partes afirman que se desviarían si estuvieran seguros de que no los descubrirían. Aun así, muy pocos abandonan sus matrimonios por las personas con las que son infieles.
Según los expertos en relaciones, una de las principales razones reside en la comodidad y la historia. Una esposa suele representar familiaridad, recuerdos compartidos y aceptación incondicional. Con ella, un hombre se siente plenamente reconocido: con sus defectos, sus hábitos y todo. Ese nivel de intimidad, construido a lo largo de los años, es casi imposible de replicar con alguien nuevo. Una aventura puede brindar emoción o validación, pero rara vez ofrece la estabilidad y la autenticidad que brinda un matrimonio.