Las personas falsas tienen las siguientes 4 características

Parecen amables, siempre dispuestos a ayudar, siempre con las palabras justas en el momento oportuno... Sin embargo, algo no cuadra. Una vocecita interior te advierte que estés alerta. ¿Y si esta persona no es tan sincera como aparenta? En un mundo donde a veces las apariencias priman sobre la autenticidad, no siempre es fácil detectar las intenciones ocultas. Sin embargo, ciertas señales pueden ponernos en alerta. Aquí tienes cuatro comportamientos típicos que debes tener en cuenta para evitar caer en la trampa de las relaciones superficiales.
Su ayuda nunca es gratuita (aunque lo parezca).

Todos conocemos a alguien que ofrece ayuda... pero en el fondo, espera algo a cambio: reconocimiento, un favor futuro o incluso un halago público. Estas personas actúan bajo la apariencia de generosidad, pero en realidad, las impulsa su propio interés. ¿Su motivación? Ser vistos, admirados y apreciados. Por eso, su amabilidad suele carecer de sinceridad. Y cuando no consiguen lo que quieren, de repente desaparecen o se vuelven indiferentes. La ayuda sincera, en cambio, no necesita alardear. Simplemente se ofrece, sin esperar nada a cambio.

Hacen el bien... para destacar.
Algunas personas siempre parecen tomar las decisiones correctas, hacer lo correcto y decir lo correcto. En teoría, esto es admirable. Pero en la práctica, a menudo se asemeja a una actuación bien ensayada. ¿Su objetivo? Demostrar lo "geniales" que son. Transforman cada acción en una actuación, cada gesto de amabilidad en una estrategia de comunicación. Pero la bondad genuina se experimenta en la discreción, sin necesidad de reconocimiento. Ten cuidado con las actitudes demasiado controladas y las sonrisas exageradas para evitar la desilusión.