Los huevos también pueden influir positivamente en aspectos visibles de la salud, como la piel, el cabello y la función ocular. Gracias a nutrientes como la biotina, la vitamina D y la vitamina A, y antioxidantes como la luteína y la zeaxantina, los huevos favorecen la reparación celular y protegen contra el daño causado por el estrés y la exposición diarios. Quienes consumen huevos a diario suelen mencionar que su piel luce más brillante, su cabello se siente más fuerte y sus ojos se cansan menos, especialmente si pasan largas horas frente a las pantallas. Si bien estos cambios pueden no ser tan drásticos como los beneficios relacionados con el ejercicio, contribuyen a una sensación general de bienestar que a muchos les sorprende.
Por supuesto, no todos reaccionan de la misma manera, y es importante considerar el colesterol y las condiciones de salud individuales. Afortunadamente, las investigaciones han demostrado que el colesterol dietético proveniente de los huevos no eleva significativamente el colesterol en sangre en la mayoría de las personas. De hecho, los huevos pueden aumentar los niveles de HDL, el colesterol "bueno" que contribuye a la salud cardíaca. Aun así, es recomendable que las personas con problemas médicos específicos consulten a un profesional de la salud antes de cambiar drásticamente su dieta.
Al final, la "gran diferencia" que la gente nota al comer tres huevos al día suele deberse a una combinación de energía estable, mejor recuperación muscular, mayor rendimiento cognitivo y un mejor equilibrio nutricional. A veces, los cambios de salud más efectivos provienen de hábitos simples y constantes, y para muchos, los huevos han demostrado ser uno de los hábitos más fáciles y efectivos.
