La grasa abdominal, o grasa visceral, se forma cuando el hígado acumula demasiada grasa. Este exceso de grasa se desborda, rodeando órganos vitales como el corazón, el páncreas, los intestinos y la vesícula biliar. Este tipo de grasa es particularmente peligrosa porque altera la función de estos órganos, aumentando el riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes y otros trastornos metabólicos. Aquí tienes una guía completa de los seis principales alimentos que favorecen esta acumulación y cómo evitarlos para lograr un estilo de vida más saludable.
Quemador de grasa abdominal
Los peligros de las grasas trans:
Las grasas trans, o aceites hidrogenados, son compuestos químicos presentes en productos como el aceite de soja, maíz, canola, algodón y girasol, así como en la margarina. Estos aceites, que se utilizan con frecuencia en la comida rápida, la comida para llevar y los alimentos procesados, son extremadamente tóxicos para el hígado.
Estos aceites, aunque a menudo se les denomina erróneamente «aceites vegetales», se obtienen mediante procesos industriales que involucran disolventes y productos químicos. Su contenido en omega-6 aumenta la inflamación en todo el cuerpo, lo que favorece el almacenamiento de grasa en el hígado. Una vez que el hígado se satura, esta grasa se acumula en exceso como grasa visceral.
Para reducir estos riesgos, opta por alternativas saludables como el aceite de oliva virgen extra, el aceite de aguacate o la mantequilla de animales alimentados con pasto. Cocinar en casa también te permite controlar mejor el tipo de grasas que utilizas.
Productos de cereales refinados: un factor oculto en la acumulación de grasa visceral.
Los productos a base de harina, como el pan, las galletas, los cereales, la pasta y la bollería, son ricos en almidón. Una vez ingeridos, se convierten rápidamente en glucosa, elevando los niveles de azúcar en sangre. El exceso de azúcar se transforma en grasa y se almacena como grasa visceral.