¿Mañanas ajetreadas o piel cansada? Aquí tienes un truco sencillo y refrescante que marca la diferencia.
Preparación: Hervir clavos de olor con hojas de menta fresca . Dejar reposar, filtrar y verter en una cubitera .
Ritual exprés: Frota un cubo de hielo sobre tu rostro limpio cada mañana. Sécalo con suaves toques y luego aplica tu crema hidratante habitual .
Efecto inmediato: Una explosión de luminosidad, poros más cerrados y una piel vigorizada , como después de una buena noche de sueño.
Aceite precioso para una piel radiante

Perfecto para el masaje nocturno , este aceite hace maravillas en la piel cansada o incómoda.
Paso a paso: Calentar suavemente clavos de olor machacados en aceite de coco o jojoba . Dejar reposar unas horas, colar y guardar en un lugar protegido de la luz.
Instrucciones: Masajee unas gotas sobre el rostro limpio, concentrándose en las áreas que desea revitalizar.
Por qué nos gusta: Nutre, promueve la elasticidad de la piel y restaura la luminosidad que creíamos haber perdido .
Un sérum de noche a medida
El toque final a esta rutina natural: un sérum ultra sencillo para preparar justo antes de acostarse.
Receta rápida: Mezcla un poco de tónico en aerosol , gel de aloe vera y unas gotas de aceites esenciales (árbol de té y clavo) . Aplica uniformemente y deja actuar toda la noche.
Consejo: Si tu piel es reactiva, limita su uso a 3 veces por semana . Y siempre, evita el contorno de los ojos .