Las judías aladas son muy nutritivas y, en general, seguras para el consumo de la mayoría de las personas. Sin embargo, existen algunos grupos que podrían necesitar limitar su consumo o prepararlas con cuidado, no porque sean poco saludables en general, sino debido a factores específicos:
1. Personas con sensibilidad digestiva
Las habas aladas crudas o poco cocidas contienen ciertos compuestos naturales (como inhibidores de la tripsina y lectinas) que pueden causar gases, hinchazón o malestar estomacal. La cocción elimina estos compuestos, por lo que las personas sensibles deben consumirlas bien cocidas.
2. Personas propensas a los cálculos renales
Las habas aladas contienen niveles moderados de oxalatos, lo que puede contribuir a la formación de cálculos en personas susceptibles. No es necesario evitarlas por completo, pero la moderación y la hidratación son fundamentales.
Cómo disfrutar de las judías aladas