Los dolores de cabeza se presentan de diferentes maneras. Pueden ser una presión en las sienes, una sensación pulsátil en un punto o una pesadez que abarca toda la cabeza. Es importante entender que el dolor no es una enfermedad, sino un síntoma. Nuestro cuerpo lo utiliza para indicar problemas. Pero ¿de qué tipo exactamente?
El whisky aprieta como un tornillo de banco
Una causa común es la tensión en los músculos del cuello y la espalda. Trabajar muchas horas frente al ordenador, el estrés y la falta de sueño pueden provocar dolor de cabeza y una sensación de pesadez en el cuello.
Cómo ayudar:
- Calentamiento de cuello y hombros. Unos ejercicios sencillos aliviarán los espasmos.
- Una compresa tibia o un ligero masaje en la nuca. Esto mejora la circulación sanguínea.
- Cuida tu postura: una posición incorrecta de la cabeza crea estrés adicional.
Dolor punzante en la sien (migraña)
Los vasos sanguíneos son los culpables. Su constricción o dilatación repentina provoca palpitaciones en la cabeza, irritaciones en la luz y aumentos de volumen en los sonidos. Las migrañas suelen desencadenarse por el exceso de trabajo, el estrés, la falta de agua o incluso ciertos alimentos como el café, el chocolate y el vino.
Cómo ayudar:
- Silencio absoluto. Retírate a una habitación oscura y guarda tus dispositivos.
- Una compresa fría en las sienes contrae los vasos sanguíneos y reduce el dolor.
- Si las migrañas reaparecen, lleve un diario: registre lo que comió, cómo durmió y qué precedió al dolor. Esto le ayudará a identificar los desencadenantes.
Una cabeza pesada y algodonosa
Una causa común es la hipoglucemia o problemas circulatorios. Tras una pausa prolongada entre comidas o un aumento repentino de la presión arterial, la cabeza se vuelve pesada y los pensamientos se vuelven confusos.