Mi hermano, que es topógrafo, quiso tomarse una foto de recuerdo.

Si alguna vez te encuentras con una imagen que desafía la lógica de lo vivido, estos pasos pueden ayudarte:

  • Examinar el metadato de la foto: Revisa la fecha, hora y, sobre todo, los parámetros técnicos (velocidad de obturación, apertura). Una velocidad lenta podría haber captado a alguien moviéndose como un fantasma, pero una velocidad rápida (típica con flash) hace más inexplicable la aparición.

  • Volver al lugar (de día y con precaución): A la luz del día, intenta ubicar el punto exacto donde se tomó la foto y el lugar donde aparecía la figura. Busca cualquier objeto, poste o formación que pudiera crear esa ilusión óptica desde el ángulo de la cámara.

  • Consultar con otro profesional: Un fotógrafo o un experto en imagen digital podría analizar la foto para buscar evidencias de manipulación, reflejos o artefactos comunes.

  • Mantener la calma y aceptar el misterio: A veces, por más que se busque, no hay una explicación concluyente. La mente humana y la tecnología tienen límites, y algunos eventos quedan en el terreno de lo anecdótico y lo personalmente inexplicable.

Mi hermano, hombre de ciencia acostumbrado a medir el mundo con precisión, guarda esa foto. A veces la muestra como una curiosidad. No cree en fantasmas, pero tampoco tiene una respuesta técnica que le convenza del todo. La figura sigue allí, en el fondo, un recordatorio permanente de que, a veces, en los márgenes de nuestros datos y mediciones, queda un pequeño espacio para la sombra de una duda.