Nuestros oídos revelan el verdadero estado de nuestra salud

Un zumbido constante y agudo puede reflejar irritación nerviosa o estrés prolongado.
Un zumbido grave y pulsante puede indicar turbulencia vascular, a veces asociada con hipertensión o anemia.
El tinnitus de aparición repentina puede ocurrir tras la exposición a ruidos fuertes o debido a los efectos secundarios de algunos medicamentos (especialmente ciertos antibióticos o antiinflamatorios).
En medicina holística, el tinnitus se describe a veces como la «campana de alarma» del cuerpo, que advierte de una alteración en la armonía interna, ya sea por estrés emocional, toxicidad o desequilibrio circulatorio.

Si tu tinnitus fluctúa con el estrés, la dieta o la cafeína, es una clara señal de que tu sistema nervioso y tu función vascular están involucrados.

Equilibrio y mareo: El papel del oído en la coordinación corporal.
El oído interno no solo interpreta el sonido, sino que también regula el sentido del equilibrio. Dentro del laberinto del oído interno se encuentran canales llenos de líquido recubiertos de células sensoriales similares a pelos que detectan el movimiento y la orientación.

Cuando este sistema falla, puede provocar mareos, vértigo o desorientación. Estos síntomas suelen indicar problemas de salud más profundos, como:

Presión arterial baja o deshidratación.
Deficiencia de hierro.
Infecciones virales o inflamación (laberintitis).
Trastornos autoinmunitarios que afectan al oído interno (enfermedad de Ménière).
Disfunción nerviosa debida a la diabetes o a la deficiencia de B12
. Dado que el equilibrio depende de la coordinación entre los oídos, los ojos y el cerebro, los mareos o la inestabilidad persistentes siempre deben considerarse una señal de todo el cuerpo, no solo un problema localizado del oído.

La salud emocional se refleja en los oídos.
Nuestros oídos no solo reflejan la salud física, sino que también responden a los estados emocionales y psicológicos.

En momentos de vergüenza, ansiedad o ira, las orejas pueden enrojecerse debido a la liberación de adrenalina y al aumento del flujo sanguíneo. El estrés crónico puede provocar tensión, picazón o sensibilidad en las orejas, ya que el cuerpo permanece en un estado de alerta constante.

En muchas filosofías curativas tradicionales, los oídos se consideran un símbolo de la escucha, tanto del mundo como de uno mismo. Los problemas relacionados con los oídos pueden indicar metafóricamente conflicto interno, resistencia o agobio emocional.

Si bien la ciencia se centra en los mecanismos físicos, la relación entre emoción y biología en este caso es innegable. Al fin y al cabo, las hormonas del estrés afectan directamente a los vasos sanguíneos, los nervios y las respuestas inmunitarias, factores que influyen en la salud del oído.

Cera del oído: Un indicador natural de salud.
La cera del oído (cerumen) suele considerarse una molestia, pero en realidad es una de las sustancias más reveladoras —y protectoras— que produce el cuerpo. Su textura, color y cantidad pueden decir mucho sobre el bienestar general.

La cera seca y escamosa puede estar relacionada con la deshidratación o las dietas bajas en grasas.
La cera oscura y pegajosa suele aparecer en personas que sudan mucho o que están bajo estrés.
La acumulación excesiva puede indicar una mala desintoxicación, alergias o glándulas sebáceas hiperactivas.
Un cambio repentino en la consistencia de la cera puede ser una reacción a la dieta, la medicación o las fluctuaciones hormonales.
La cera saludable es ligeramente pegajosa y dorada, señal de que los oídos atrapan eficazmente el polvo, los microbios y las toxinas. La clave está en la moderación: muy poca cera deja el oído vulnerable a las infecciones, mientras que demasiada puede bloquear el sonido y causar molestias.

Continúa en la página siguiente.