Desde tiempos ancestrales, el ser humano ha confiado en las plantas medicinales para tratar dolencias físicas y emocionales. En todas las culturas del mundo existen registros de su uso terapéutico, y hoy, a pesar de los avances de la medicina moderna, siguen teniendo un lugar esencial en el cuidado natural de la salud.
Muchas de estas plantas contienen compuestos bioactivos que han sido estudiados científicamente por su eficacia en afecciones comunes como dolores, inflamaciones, problemas digestivos o respiratorios. Algunas son tan poderosas que han servido de base para crear medicamentos farmacéuticos modernos. Por eso, conocerlas, saber cómo utilizarlas y respetar sus dosis es clave para obtener sus beneficios sin riesgos.

Jengibre: raíz antiinflamatoria y digestiva
El jengibre (Zingiber officinale) es una de las plantas más estudiadas y utilizadas en la medicina tradicional. Contiene gingerol, un potente compuesto con propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y digestivas.
Se recomienda especialmente para aliviar náuseas, vómitos, mareos, digestiones pesadas y dolor menstrual. También puede mejorar la circulación sanguínea y fortalecer el sistema inmunológico. Remedios Caseros para la Tos

Cómo usarlo:
Puedes preparar una infusión con jengibre fresco rallado o en rodajas, dejarlo hervir de 5 a 10 minutos, colar y tomar caliente. También se puede añadir jugos, batidos o sopas.