Plátano verde, amarillo o muy maduro: ¿cuál es el mejor para la salud?

Plátanos verdes

Los plátanos verdes son firmes y tienen un sabor ligeramente ácido. Contienen más almidón resistente, un tipo de carbohidrato complejo que nuestro cuerpo digiere más lentamente, lo cual es beneficioso para la salud digestiva y el control del azúcar en sangre. El almidón resistente también actúa como prebiótico, nutriendo las bacterias beneficiosas del intestino. Sin embargo, debido a su mayor contenido de almidón, los plátanos verdes son menos digeribles para algunas personas.

Plátano amarillo

A medida que los plátanos maduran y se vuelven amarillos, el almidón resistente se descompone en azúcares simples como la glucosa, la fructosa y la sacarosa. Esto los hace más dulces y fáciles de digerir. Los plátanos amarillos son ricos en antioxidantes, como la dopamina y la vitamina C. También son una buena fuente de vitaminas del grupo B, como la vitamina B6, que desempeña un papel fundamental en el metabolismo energético.

Plátano moteado

Los plátanos completamente maduros, que empiezan a mostrar manchas marrones en la cáscara, son aún más dulces y ricos en antioxidantes. Los plátanos muy maduros tienen un alto contenido en fibra soluble, excelente para la digestión y que ayuda a prevenir el estreñimiento.