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¡Dejalo enfriar y reutilizalo!
Una vez fría, el agua de cocción se puede usar para limpiar ollas y sartenes, desinfectar las superficies de trabajo o incluso quitar manchas de grasa de los platos. Consejo extra: el agua de cocción de la pasta, rica en almidón, ¡es maravillosa para revitalizar los suelos de baldosas!
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Dáselo a tus plantas.
Si el agua no contiene sal ni químicos, déjela enfriar y úsela para regar sus plantas de exterior. Esto les aporta minerales y le permite ahorrar agua potable.
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Limpia tus desagües de forma natural.
Para un mantenimiento seguro de sus tuberías, vierta regularmente una mezcla de agua caliente (no hirviendo), bicarbonato de sodio y vinagre blanco. Es eficaz, ecológico y seguro para los materiales.
En resumen
Verter agua hirviendo por el fregadero puede parecer inofensivo, pero daña las tuberías y el medio ambiente. Adoptar nuevos hábitos significa proteger tu hogar y, al mismo tiempo, contribuir al planeta.
Así que, la próxima vez que vacíes una cacerola, ten a mano agua caliente: ¡puede serte muy útil!