Un estudio de 2020 publicado en el Avicenna Journal of Phytomedicine descubrió que el tomillo mejoraba el nivel de azúcar en sangre en ayunas y la HbA1c en personas con diabetes tipo 2 cuando se usaba junto con su atención habitual.
Pero eso no es todo…
El tomillo también es rico en cromo y polifenoles, dos nutrientes relacionados con un mejor metabolismo de los carbohidratos.
Tomillo y presión arterial alta: ¿un aliado natural?
Más de 1200 millones de adultos en todo el mundo padecen hipertensión. La hipertensión crónica sobrecarga silenciosamente el corazón y las arterias.
Varios estudios (incluido uno publicado en Plant Foods for Human Nutrition) muestran que el ácido rosmarínico y los flavonoides del tomillo pueden relajar los vasos sanguíneos y favorecer niveles saludables de presión arterial que ya se encuentran dentro del rango normal.
Un estudio con ratas incluso demostró que el extracto de tomillo funcionaba de manera similar a un medicamento común para la presión arterial, sin los efectos secundarios.

¿Puede el tomillo ayudar a revertir el hígado graso?
La enfermedad del hígado graso no alcohólico afecta actualmente hasta al 30% de los adultos. El hígado se sobrecarga de grasa e inflamación.
Una nueva e interesante investigación publicada en Oxidative Medicine and Cellular Longevity (2022) descubrió que el timol y el carvacrol protegen las células del hígado, reducen la acumulación de grasa y disminuyen las enzimas hepáticas en modelos animales de hígado graso.
Si bien necesitamos ensayos en humanos más amplios, la evidencia preliminar es muy prometedora.
Mejorar la circulación y reducir la hinchazón de las piernas
Las manos frías, los calambres en las piernas y la hinchazón pueden indicar mala circulación. Los compuestos del tomillo mejoran la flexibilidad de los vasos sanguíneos y la microcirculación.