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Lava y corta la raíz en trozos pequeños.
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Colócala en una olla con el agua y deja hervir por 10 minutos.
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Apaga el fuego, tapa y deja reposar 15 minutos.
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Cuela y guarda en un frasco de vidrio con tapa hermética.
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Agregue miel cuando esté tibia si desea suavizar el sabor.
Modo de consumo:
Toma una taza tibia en ayunas y otra antes de dormir.
No exceda las dos tazas al día.
Se recomienda consumir durante 7 a 10 días, descansar una semana y repetir si es necesario.
Duración y conservación:
Guarde la infusión en el refrigerador por máximo tres días.
Si prefieres una versión más duradera, puedes preparar un macerado tónico dejando la raíz en vinagre de manzana o alcohol de 70° durante 21 días. Este extracto puede usarse en gotas diluidas o de forma externa para masajes relajantes.
Beneficios comprobados de la raíz de lechuga silvestre
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Calma dolores musculares, articulares y de cabeza.
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Relaja el sistema nervioso y reduce la ansiedad.
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Favorece un sueño profundo y reparador.
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Limpia la sangre y elimina toxinas.
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Estimula el funcionamiento del hígado y los riñones.
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Alivia espasmos musculares y cólicos.
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Mejora la digestión y evita gases.
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Promueve la sudoración natural y baja la fiebre.
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Fortalece el sistema inmune.
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Mejora la circulación sanguínea.
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Protégete contra las infecciones.
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Reducir el cansancio físico y mental.
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Favorece la regeneración celular.
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Regula la presión arterial.
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Calma los tos y limpia los pulmones.
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Ayuda a la cicatrización.
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Protéjalo.
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Combate la degeneración general del cuerpo.
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Disminuye dolores menstruales.
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Relaje el cuerpo sin causar adicción ni somnolencia excesiva.
Precauciones y contraindicaciones
Aunque es una planta natural, su uso debe hacerse con moderación: