Según un notario, ésta es la edad más sensata para transferir la propiedad a su hijo y minimizar los impuestos sobre la herencia.

Otro punto interesante: durante este período, el valor de la nuda propiedad asignada a los hijos suele ser ventajoso, lo que hace que este enfoque sea especialmente relevante para las familias que desean organizar gradualmente sus asuntos. Además, es una edad en la que aún se pueden ajustar las decisiones a medida que evoluciona la vida cotidiana.

Desagregación, donación… ¿cómo proceder sin estrés?

Buenas noticias: existen varias soluciones para organizar una transferencia de activos sin perder el rumbo. La idea no es "dar todo", sino compartirlo inteligentemente según la comodidad y los deseos de cada uno.

  1. Mantener el uso mientras se transfiere gradualmente

Es posible transferir la nuda propiedad de un inmueble a los hijos, conservando el derecho a usarlo. La transferencia es gradual y la plena propiedad revierte automáticamente a los hijos en el momento oportuno.
Esta es una solución popular para quienes desean asegurar su situación actual mientras se preparan para el futuro.

  1. Comprar juntos con ayuda financiera

Otra opción es apoyar a sus hijos en la compra de una vivienda mediante asistencia estructurada, conservando el uso según sea necesario. Cada uno encuentra su lugar, y la propiedad evoluciona naturalmente con el tiempo.