Semillas de calabaza: el pequeño superalimento que le hace cosas sorprendentes a tu cuerpo

¿Te sientes cansado todo el tiempo a pesar de comer sano? ¿Tienes problemas con el cabello que no crece, las uñas que se rompen constantemente o noches en las que te cuesta conciliar el sueño por mucho que lo intentes? Millones de personas consumen suplementos caros buscando soluciones, mientras que un puñado de pipas de calabaza —algo que nuestras abuelas solían picar— ofrece beneficios que la mayoría de los médicos nunca mencionan.

Lo cierto es que estas pequeñas semillas verdes están repletas de nutrientes que actúan sobre tus hormonas, corazón, piel e incluso estado de ánimo de maneras que pueden parecer casi mágicas. Y al final de este artículo, descubrirás una forma específica de comerlas que puede cambiar tu estado de ánimo en tan solo dos semanas... pero hablaremos más sobre eso más adelante.

¿Qué hace que las semillas de calabaza sean tan especiales?

Las semillas de calabaza (también llamadas pepitas) no son semillas comunes. Una onza aporta:

  • 8–9 gramos de proteína de origen vegetal
  • 5 gramos de fibra
  • Casi el 20% de su magnesio diario
  • Más del 100% de sus necesidades diarias de zinc
  • Grasas saludables, antioxidantes y compuestos raros como las cucurbitacinas.

Una investigación publicada en la revista Nutrients demuestra que esta mezcla única favorece todo, desde la función inmunitaria hasta una mejor calidad del sueño. Pero esto es solo el principio…

7 maneras con respaldo científico de que las semillas de calabaza pueden transformar tu cuerpo

1. Calman tu mente y te ayudan a dormir como un bebé.

El magnesio es un calmante natural. Las semillas de calabaza son una de las fuentes alimenticias más ricas. Estudios relacionan una mayor ingesta de magnesio con conciliar el sueño más rápido y dormir más tiempo. Además, contienen triptófano, el mismo aminoácido del pavo que produce somnolencia.